Individualización y Pluralización.
Individualización y Pluralización (publicado en FUNDACIÓN CEMAR·WEDNESDAY, 17 JANUARY 2018)
Por María Barberis – Desde el año 2012 trabaja de manera continua en Pensamiento Visible y Aprendizaje Visible.
Howard Gardner sostiene que los estudiantes aprenderán mejor si los maestros usan diferentes metodologías, ejercicios y actividades para llegar a todos los estudiantes y no solo a aquellos que sobresalen en inteligencia lingüística – matemática. Por ello nos invita a reflexionar sobre dos aspectos de la enseñanza que son muy interesantes:
1- La individualización 2- La pluralización
La individualización refiere a la importancia de reconocer las diferencias entre los alumnos en sus diversas formas de aprender y de pensar. Pero no sólo eso, sino que hay que tenerlas en cuenta a la hora de planificar la enseñanza para que no sea un mismo plan igual para todos.
Durante mucho tiempo (y aún hoy en día) se enseña para una misma talla ‘one size fits all’. Es decir, enseñar de una misma forma para todos esperando que todos aprendan de la misma manera y al mismo ritmo. Así, muchos quedan fuera del sistema ya sea por desinterés o porque el sistema los expulsa.
Todos somos únicos e irrepetibles y como tal todos aprendemos de una singular manera. ¿Quiere decir esto que debemos enseñar realizando una actividad para cada estudiante? Por cierto que no. Aquí es donde conecto con la pluralización a la que hace referencia Gardner. Es decir, enseñar lo mismo, lo central, de múltiples maneras para asegurarnos la comprensión de esos conceptos importantes. De esta manera llegamos a más individuos, a más alumnos.
Me pregunto cuánta variedad de entradas utilizamos en nuestras aulas. ¿Variamos la forma de presentar los conceptos? ¿Tenemos en cuenta el perfil del grupo de este año o repetimos la planificación año a año? ¿Les damos a los alumnos la posibilidad de elegir de qué manera mostrarnos que comprendieron? ¿Hay opciones en el proceso? Si veo que no entendieron ¿les doy más de lo mismo o distinto? Recuerdo cuando enseñaba Literature a alumnos del último año del secundario cómo les gustaba cuando el trabajo que tenían que hacer incluía opciones: un poema, una maqueta, un flyer, un poster, un video. Cada uno así podía elegir la manera en que demostraría su comprensión del tema.
Si realmente entendemos bien un tema, como nos dice Gardner, podemos pensarlo desde distintas perspectivas, desde distintos puntos de vista, de diferentes modos. Enseñar de esta manera en la pluralización nos conecta con la individualización, el otro aspecto en el que Howard Gardner hace hincapié. Es una invitación a conocer a nuestros alumnos, a ver a quién tenemos delante de nosotros en el aula. Personas que piensan y sienten de manera singular cada una. Es una invitación a mirarlos a los ojos, a buscar la forma de llegar al interior de cada uno de ellos, de hacer visible su interior, su proceso de pensamiento y de comprensión. El aprendizaje de nuestros alumnos es lo que valida nuestra enseñanza. ¿Hasta qué punto tenemos en cuenta esto en nuestras clases? Gardner nos invita a enseñarle a cada alumno según su particular forma de pensar. ¿Hasta qué punto entonces les damos lugar para que nos muestren lo que piensan?
Si logramos enseñar al individuo y le enseñamos de distintas formas que nos aseguren la comprensión, entonces estaremos en camino de lograr aprendices para toda la vida.
María Barberis