¿Qué lugar ocupan las preguntas en nuestras clases?

questions  ¿No somos acaso los docentes los que matamos las preguntas o las ganas de preguntar?¿Qué lugar tiene la indagación en sus    clases? ¿Qué hacen cuando un alumno pregunta? ¿Si la pregunta no tiene lugar en ese momento, qué pasa? Los  chicos son  naturalmente curiosos y preguntan mucho cuando son niños hasta los cinco / seis años. ¿Qué pasa después? ¿Será como dice  Ken  Robinson que la escuela mata la creatividad?

¿Qué podemos hacer para mantener viva esa sed de preguntas , de curiosidad? ¿Qué mensajes les estamos dando a los alumnos    cuando preguntan? ¿Tenemos el cuidado de hacer un estacionamiento de preguntas (‘question parking lot’)  donde vamos anotando  todas esas preguntas que nos van haciendo los alumnos y no es el momento adecuado para responder? Cuando un alumno pregunta  y no se le responde y tampoco se toma en cuenta lo que preguntó, el mensaje es claro: ‘No es importante lo que preguntaste’ ‘No me interesa’ ‘ No preguntes más’  Y … algunos chicos no preguntan más.

Las preguntas de los alumnos nos indican claramente en qué lugar de la curva de aprendizaje se encuentran, cuánto han comprendido de un tema o si tienen algún concepto mal entendido. Cuando los alumnos hacen conexiones y preguntan es bueno tomar esas preguntas y ver qué es lo que les hace preguntar eso. En vez de contestar directamente es bueno indagar qué conexión hicieron que les hizo preguntar, qué subyace bajo esa inquietud.  En lugar de pregunta ¿por qué ?prueben con:  ¿Qué te hace preguntar eso? Y déjense sorprender por  el resultado.

Trabajar con distintos tipos de preguntas es muy bueno. Esto les permite a los alumnos ver qué preguntamos cuando preguntamos. Les hace distinguir entre preguntas más complejas y otras más simples. Todo esto suma a una de las fuerzas culturales: modelar. ¿Cuánto modelamos en nuestras clases? ¿Cuánto dejamos hablar / preguntar a nuestros alumnos ? ¿ Quién es el que lleva la voz cantante en nuestras aulas? ¿Y si intentáramos hacer sólo un 25 % de la conversación en el aula y el 75% fuera de los alumnos?

¿Qué preguntas nos quedan después de leer esta entrada?

 

 

María Barberis
María Barberis

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